La Ciudad

Nada se tira: desde electrodomésticos hasta la ropa, crecen las reparaciones

Volvieron a ganar terreno los arreglos de los artefactos por sobre la adquisición de nuevos productos. Van desde camperas hasta televisores, pasando por consolas y secarropas. En algunos rubros se nota más que en otros.

Ya sea por una cuestión de sustentabilidad o por la escasez de dinero, se incrementaron los “arreglos” de artículos de distintos rubros, que abarcan desde prendas de indumentaria hasta electrodomésticos. En la mayoría de los casos, los técnicos a cargo de las reparaciones aseguraron tener “más trabajo pero menos poder adquisitivo”.

“Se nota que es mayor la demanda, a todo se le puede poner el parche y salvar la prenda. Es que hay mucha diferencia en materia económica”, explicó Mariana Loubon, de “El Costurero”. Y ejemplificó mostrando una campera: “Esta campera puede costar unos 200 mil pesos, se rompió en la manga, y por 10 mil quedó como nueva. Es la moda circular”, se río. Uno de los arreglos más pedidos en su local lo constituyen “los cambios de cierre o de broches de los abrigos”.

“Entre costureras” se especializa en todo tipo de arreglo de prendas textiles desde hace cuatro años. “El trabajo fue siempre creciendo, tanto que tuvimos que sumar una persona en el último tiempo además de nosotras dos”, contó Natalia junto a su socia Roxana.

Lo más demandado en el comercio ubicado en la galería de San Luis al 1800 son “los arreglos de la ropa de segunda mano, que la adaptamos a los nuevos dueños, y los cambios de cierre de las camperas”, describieron. Estos arreglos cotizan desde los 10 mil pesos. “Te queda la prenda como nueva. Porque además de la crisis, al que le gusta algo lo va a usar hasta que se le rompa por completo”, explicó.

En materia de calzado, la situación es similar, aunque con un notorio incremento en la reparación de zapatillas. “Siempre trabajé más o menos igual, porque no mato a nadie con los precios y cumplo”, señaló Gerry de “El cirujano del calzado”.

Modificaciones

Si bien el volumen de trabajo “se mantiene más o menos estable”, el zapatero advirtió sobre un cambio: “Son muchas más las zapatillas que vienen a arreglar. Es que por más que compres una marca buena y cara, no vienen reforzadas como antes y se terminan rompiendo en la punta”. Un arreglo de ese tipo cotiza desde 8 mil pesos.

Sobre el mismo cambio de tendencia coincidió Enrique Portero, de “Quique Express”, al advertir: “Hay muchos más arreglos de zapatillas, especialmente en la puntera, porque no vienen como antes aunque sean de marca o las hayas comprado en el exterior”.

En cuanto al crecimiento en su trabajo, detalló: “En los últimos meses te diría que aumentó el 20 por ciento”.

“Tengo zapatos para arreglar porque me los traen los chicos de Tribunales, pero la mayoría de los arreglos se hacen en zapatillas”, reiteró y especificó: “Una media suela con tapita de goma para un zapato de hombre ronda los $30 mil y un poco menos para calzado femenino”.

“Las tarifas -advirtió- las voy actualizando de acuerdo a los precios de los insumos, aunque no me extralimito porque si no, no viene nadie”. En su comercio también se encarga de “cambiar cierres de mochilas, carteritas y riñoneras, de todo, menos valijas”.

De todo un poco

Detrás del mostrador que contiene desde hornos y microondas hasta batidoras y caloventores, Alejandro Morgera, propietario de “Tu Hogar”, confirmó: “El trabajo se incrementó desde después de las elecciones. Creo que se terminó la irrealidad argentina de poder comprar todo nuevo”.

Con 36 años de oficio en el rubro electrodomésticos, explicó: “Yo vivo de los contratiempos, porque si estás acá es porque algo no funciona. Y como se acabaron las cuotas y los planes de pago, entonces volvieron los arreglos”.

Sin embargo, contó: “A veces quedan desfasados, porque por ahí arreglar la licuadora te cuesta $32 mil y nueva sale $50 mil”. Y especificó: “Ya no hay problemas para conseguir repuestos, pero están caros”.

“La Argentina tiene dolarizaciones cíclicas -analizó- y ahora tengo trabajo, pero hace un tiempo tuve que quedarme sin empleado por la situación. Cuando vuelven los planes de financiación como Ahora 12 y me baja el trabajo, pero no es por un cambio profundo, y capacitar al empleado que tenga ganas de laburar me lleva como un año”.

Desde caloventores a licuadoras, pasando por planchas, radiadores, licuadoras y planchas, en “4 Cabezas” arreglan todo y el trabajo siempre se mantiene. “No es la crisis actual. Trabajé con (Mauricio) Macri, con Cristina (Fernández de Kirchner) y ahora. La gente vuelve por la atención”, se río Lorena que lleva el negocio junto a su marido Adrián en la zona de San Juan y Colón.

“Los técnicos siempre tuvimos trabajo, más o menos parejo, menos en la época de Menem con el mentiroso 1 a 1”, dijo Tobías de “Tobías TV”, especializado en consolas y televisores de todos los modelos.

Asimismo, aclaró: “Tengo un poco más de trabajo, pero tengo menos poder adquisitivo”. Y ejemplificó con que “más o menos, siempre cobré el service del TV un 30 por ciento de lo que sale nuevo. Hoy ese porcentaje es del 20 por ciento, o sea, tengo menos poder de compra”.

Con 41 años de experiencia en ese oficio, aseguró: “Nosotros siempre tenemos trabajo. Puede variar un poquito pero no demasiado, porque por más que existan planes de financiación, un aparato nuevo de TV no está al alcance de todo el mundo y el arreglo sí”.

Desde “Central Service”, especializados en TV y audio, coincidieron con esta apreciación. “El trabajo está más o menos parejo, por ahí hay mayor intensidad, pero siempre tuvimos trabajo”, reseñó Gastón.

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